No te olvides la toalla (digo, la cámara) cuando vayas a la playa

Olvídate de Benicássim. Si hay una playa que suene a música, sin duda esa es Chipiona, en Cádiz. Este pedazo de terreno con forma de cuerno robado al mar será siempre el hogar de Rocío Jurado. La cantante de Como una ola, Qué no daría yo o Algo se me fue contigo ha dejado aquí un recuerdo imborrable para sus ciudadanos y para todos los visitantes que viajan a Chipiona para pasar unos días de Sol, playa y copla.

Chipiona

Su vivienda junto a la iglesia de la Virgen de Regla, su monumento junto al puerto o seguir las pistas que va dejando su hermano y manager, Amador Mohedano, son un reclamo a la altura de las ortigas de mar, el moscatel  o la tortita de camarones. Con estos ingredientes uno no se puede negar a pasar unos días en Chipiona, disfrutar del chiringuiteo como un crío el día de Reyes y aprovechar para hacer unas fotos playeras que tanto gustan durante estos días de calor, sobre todo si tus vacaciones ya pasaron o si la rutina de la oficina todavía no te deja ver la luz al final de túnel con el indicativo: “Por aquí se va a la playa”.

Mientras esté en poder de mis facultades, nunca me negaré a unos días playeros embadurnado en pescaíto, cervecitas, Col, playa, chiringuito y siesta. Y así lo hice hace poco en Chipiona, donde por supuesto me llevé mi flamante Lumix GF6 y el mejor amigo que podría tener: el objetivo Leica 25mm 1.4, una lente de una factura y unos resultados extraordinarios. Con esta y con cualquier cámara, siempre que vayamos a remojarnos debemos tener mucho cuidado. Antes de pisar la playa es conveniente tener en cuenta unos cuantos consejos playero-fotográficos que te pueden venir bien para traerte de vacaciones algo más que la tarjeta de crédito pelada y una depresión postverano.

Chipiona

Cuidado con la arena y el agua. Si hay algo que las cámaras fotográficas no soportan es la arena. El que unos granitos de arena se metan por la electrónica puede fastidiarte para siempre cualquier cámara, por muy sellada que esté. Así que hay que tener mucho cuidado con ella mientras estemos en la playa. Yo normalmente la cubro con una bolsa de plástico de la que la saco segundos antes de que vaya a hacer la foto. Si debo tenerla un rato en la mano, por ejemplo mientras doy un paseo por la playa lo que hago es que me pongo la camiseta y la envuelvo en ella. Por supuesto no aconsejo bajo ningún concepto que se cambien objetivos porque cualquier granito que penetre en el sensor puede rallarlo sin remedio. Todo lo que puedas hacer para evitar que puedan llegarle al sensor o a la electrónica algunos granitos de sal que nos quede en las manos o de arena que sacuda el viento, no será en vano. Además, cada día al llegar al apartamento o al hotel no está de mas soplarle bien en su superficie y limpiarla.

Chipiona

Más luz o menos luz. En días muy luminosos intenta hacer las fotos con menos luz. ¿Cómo? Pues de una manera muy sencilla: bajando diafragma o subiendo velocidad. Así como en la nieve se recomienda poner unos diafragmas más de lo justo o menor velocidad para que salga blanca como la patena, en la playa ocurre exactamente lo contrario. Lo normal es que haga un sol de justicia y muchísima luz para captar. Así que lo mejor es fijar algún diafragma por debajo de lo que fije la cámara para quedar bien expuesta una foto o bien subir un par de puntos la velocidad. Así el exceso de luz no será un problema y las fotos quedarán con una exposición perfecta.

-El agua como la seda. El objetivo de la fotografía es poder captar aquello que nuestro ojo no puede percibir. Esa es al menos mi idea de este bendito arte. El músculo de un ciclista pedaleando, la estela que deja un coche al cruzarse en el camino de nuestro objetivo o el mismísimo desenfoque expresionista son cualidades de los objetos que nos rodean que nuestro ojo no puede captar. Ocurren pero no los vemos. Vamos a aprovechar esto para intentar captar una típica y sin embargo bella imagen del mar. Antes del atardecer y bajando la velocidad de obturación, podemos comprobar cómo el mar se convierte en una especie de niebla misteriosa que produce una sensaciones muy placenteras. Pruébalo, no te arrepentirás. Eso sí, necesitarás trípode. 

Selecciona y edita. Este es el más importante de todos: selecciona o, lo que periodísticamente llamamos, edita. Quédate con las mejores escenas. No hagas fotos al voleo y, si las haces, ve siempre con cuidado de dónde metes tu cámara. Una vez en casa selecciona las 10 o 15 mejores, solo ésas y no una ristra de imágenes inconexas que no digan nada. De todos modos de esto volveremos a hablar en próximos artículos sobre este tema, para mí clave a la hora de progresar fotográficamente.

Chipiona

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