Google, Facebook y SpaceX buscan la forma de llevar a Internet a los rincones más recónditos del planeta.

Según los datos de la Unión Internacional de empresas de Telecomunicaciones (ITU), más de 3.000 millones de personas tienen acceso a internet. Es más del 40% de la población y todo un logro para nuestra sociedad. Hace sólo una década la cifra de penetración de Internet era de sólo un 14%.

Pero he aquí el problema: llegar a los próximos 3.000 millones de seres humanos será cada vez más complicado. Conforme nos alejamos de grandes núcleos urbanos, en los que resulta rentable invertir en infraestructura, la baja densidad de población frena muchas de las iniciativas.

El acceso mediante redes móviles soluciona parte del problema pero es limitado en alcance y capacidad. Para poder conectar todo el planeta hace falta una nuevas estrategia. O varias. Facebook, Google y SpaceX son tres de las empresas que buscan formas de llevar Internet desde la cima más alta hasta la selva más densa.

 

acceso a internet

 

En globo. La clave, curiosamente, podría estar en una tecnología con más de dos siglos de antigüedad. Google comenzó en 2013 una prueba piloto de acceso a Internet mediante globos aerostáticos, similares a los que se usan en aplicaciones meteorológicas.

Desde la creación de Loon -nombre del proyecto- Google ha puesto en circulación 70 aeronaves. El objetivo es tener más de 300 navegando alrededor del hemisferio sur del planeta el próximo año, siguiendo aproximadamente la linea del paralelo 40 y dando cobertura a Nueva Zelanda, Chile y Argentina.

Los globos no vuelan indefinidamente, pero pueden pasar varios meses en el aire y cubrir un área de 1.200 km2. La compañía es capaz de mantenerlos en zonas geográficas limitadas o ralentizar su avance usando diferentes corrientes de aire a diferentes altitudes.

Google ha dado conexión hasta ahora en tres regiones: una comunidad rural de Nueva Zelanda cercana a la ciudad de Christchurch, con más de 50 hogares conectados; un área de granjas en el valle central de California, en EE.UU.; y la región brasileña de Piauí, la primera en ofrecer una velocidad de acceso comparable a las conexiones LTE de móvil mediante este sistema. El servicio comercial definitivo podría comenzar en 2016.

 

Acceso a Internet

 

Por drone. El plan de Facebook no depende de globos de helio, pero también llega desde el cielo. “Estamos estudiando la forma de llevar Internet a las personas desde el aire”, reconoció Mark Zuckerberg en 2014. La compañía ha creado recientemente una división, Connectivity Lab, encargada de estudiar nuevas estrategias para lograrlo.

La más prometedora, por el momento, es usar una red de aeronaves autónomas -drones- capaces de mantenerse en el aire de forma ininterrumpida mediante el uso de energía solar. La red social compró la compañía que los desarrolla, Ascenta, a principios de 2014. Estos drones volarían muy por encima del espacio aéreo comercial, a casi 30 kilómetros de altura, y podrían cubrir un área extensa en cada pasada.

 

Acceso internet

 

Desde el espacio. Con iniciativas como la de Facebook y Google llevar Internet a áreas rurales sería por fin una posibilidad. Son opciones relativamente baratas comparadas con el coste de enterrar cables o instalar torres de telefonía.

Pero incluso los globos y drones ofrecerían sólo una cobertura limitada. Si lo que se necesita es cubrir todo el planeta, sólo hay una forma de hacerlo: desde el espacio.

Esta es, precisamente, la última apuesta del magnate Elon Musk -fundador de la compañía Tesla y SpaceX- que propone crear una red de 4.000 satélites en órbita baja -a unos 1.000 kilómetros de altura- capaces de conectar a toda la población del planeta a Internet.

Hoy en día la mayoría de los servicios de acceso a Internet satelital utilizan satélites en órbitas geoestacionarias, capaces de cubrir un mayor territorio de forma fija pero más lejanas y por tanto con una alta latencia -la señal tarda más en transmitirse-. Poco prácticas, en definitiva, para una conexión a la red. Un sistema como el que propone Musk sería indistinguible del acceso que tenemos hoy en dispositivos móviles.

Google, de momento, parece estar de acuerdo con la propuesta. Ve este tipo de acceso como un buen complemento para us proyecto y ha invertido 10 millones de dólares para poner en órbita los primeros satélites.