Tal como os contamos la semana pasada en el resumen del CES 2012, allí presentamos una serie completa de Soluciones Inteligentes enfocadas al manejo de la energía verde. Como sabéis, esta estrategia verde la hacemos teniendo en cuenta la meta de la empresa de convertirse en líder en innovación ecológica dentro de la industria electrónica para el 2018, año de la celebración de nuestro centenario.

Pues ahora os presentamos una forma de reciclaje que estamos llevando a cabo en Japón y que está ayudando a que el país sea líder mundial en la recuperación de residuos, ya que ha alcanzado una tasa de reciclado del 85% y está empezando a generar ingresos con ello. En la ciudad de Yashiro, a 27 km de Osaka, las lavadoras, los aires acondicionados, los televisores y frigoríficos pasan a lo largo de las cintas transportadoras, pero no lo hacen para llegar a los comercios minoristas, sino que cada uno de ellos ha llegado al final de su vida útil y está a punto de ser desmontado, triturado y hasta pulverizado.

Todo esto sucede en el PETEC (Panasonic Eco Technology Centre), un lugar ultramoderno donde desde 2001, millones de aparatos han sido reciclados. Si sumáramos toda esta cantidad de dispositivos reciclados, obtendríamos la producción de materiales suficiente para la fabricación de 95 aviones jumbo, el equivalente a 81 veces la Gran Estatua de Buda en Nara y 158.000 automóviles de aluminio recuperado, cobre y acero. La ley japonesa de electrodomésticos, en vigor desde hace más de 10 años, es en gran parte responsable de la innovación que las instalaciones como PETEC han provocado. La ley hace recaer la carga y la responsabilidad de reciclar a todos: consumidores, distribuidores y fabricantes. Los consumidores deben pagar una cuota de reciclaje cuando dejan sus aparatos, ya sea en un establecimiento comercial o en un centro de recogida. Las tarifas varían según el tipo de aparato y de la marca, con el extremo más bajo alrededor de 12 € para los TV más pequeños y 20 € para los frigoríficos de gama alta.

La enorme inversión en el PETEC ha proporcionado una rentabilidad aproximada del 10 por ciento de la inversión y la investigación floreciente y desarrollo del personal en Yashiro sigue produciendo las mejores prácticas en reciclaje. Con el temor de que la disminución de los suministros de los recursos naturales se traducirá en un aumento de precios de los productos – por no hablar de la degradación del medio ambiente – los 230 empleados de PETEC son un ejemplo destacado de cómo las empresas pueden mejorar sus productos, mientras generan a la vez nuevas fuentes de ingresos.

¡Estamos orgullosos de contribuir a crear un mundo mejor para las futuras generaciones!