Panasonic Storage Battery Co. suministrará a la compañía automovilística Mazda un nuevo tipo de batería de plomo y ácido, la N-55, destinada a los coches provistos con la función ‘i-stop’, un sistema de ralentí. Los coches que incorporan este sistema apagan el motor de forma automática cuando se paran, por ejemplo en los pasos de peatones, y lo vuelven a arrancar cuando el conductor pisa el embrague. De este modo, se consigue un ahorro de combustible del 5% y la reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera.
La N-55, que se integrará en los modelos Axela y Biante presentados en el salón del automóvil de Ginebra, se ha desarrollado a partir de una batería convencional y ha requerido de un nuevo diseño y configuración interna, así como una placa capaz de reducir la resistencia y permitir una mejor recarga y mayor duración de la batería.
Panasonic tiene como objetivo producir un millón de baterías de este tipo para un millón de vehículos en el año 2015. Para esa fecha, se estima que en Japón ya habrá en circulación unos dos millones de coches con el sistema ‘start-stop’.