Consumo responsable

Consumir por consumir: ¿realmente lo necesito?

El consumo es un acto imprescindible para el desarrollo humano, nadie lo puede negar. Todos necesitamos una serie de bienes diarios que si no los podemos obtener por nuestra propia cuenta, tenemos que adquirirlos. Pero la sociedad actual ha llevado al extremo esa capacidad de consumo. Al consumismo se le podría llamar un modo de socialización contemporánea, esa creación de la sociedad de consumo, ha sido uno de los pilares de la Historia.

consumismo

 

El consumo no entiende de edades, razas o sexos, hay para todos los gustos. La publicidad entre otros factores, ha influido para que deseemos objetos fuera de nuestras posibilidades, e intentemos satisfacer esos deseos imposibles a toda costa. La persuasión y la seducción, son las dos armas de doble filo con las que se ha jugado para posibilitar ese consumo. Hemos caído todos en una red que nos ha atrapado lentamente, ahora toca ir desenredándonos, a ser posible a más velocidad.

Para eso se necesita educación y responsabilidad, dentro de la libertad que tenemos. Debemos cambiar nuestro modo de tomar decisiones y actuar para no comprometer nuestro futuro en el planeta. El impacto social y ambiental de nuestras compras es la clave para poder cambiar y mejorar.

compras

Es fundamental que tomemos conciencia de nuestra situación lo antes posible, el cambio climático entre otros desastres ambientales, tiene que ver precisamente con nuestro modo de vida y la sociedad consumista que se ha generado desde el siglo XX.

De ahí la importancia de una elección responsable, que solamente podrá realizarse con la suficiente información dada por las propias empresas, las instituciones gubernamentales, organismos públicos y privados que tengan una clara intención de transparencia, así como las organizaciones ecologistas y las asociaciones de consumidores.
Nuestra contribución es real, la de cada uno de nosotros puede hacer qué eso sea posible. Y está ligada tanto a la adquisición de productos, como al gasto de energía en nuestro hogar, o la manera de desplazarnos. Tendremos que escoger la alternativa más respetuosa con el medio ambiente.

adquisición de productos

Nuestra huella de carbono, es decir, el cálculo de emisiones de carbono a la atmósfera, es el punto de referencia. Puedes calcular tu huella diaria por Internet buscando una calculadora de CO2, así sabrás como actuar al respecto.

También es importantísimo mitigar el efecto de los residuos generados, el reciclaje es la opción más viable, así como la reutilización de los propios objetos. Nuestra basura genera multitud de gases efecto invernadero. Cuanto más consumo, más basura. Por ello, procura elegir siempre que puedas, mercancías con envases biodegradables, no necesitan un gasto de energía suplementario.

Solamente siendo conscientes de que generamos impactos a nuestro alrededor, podremos consumir de forma responsable. Los principios del consumo responsable son claros: prioriza el consumo local, de comercio justo y ecológico; se decanta por los productos reciclados, reutilizados o naturales; prefiere los productos duraderos y saludables frente a los de usar y tirar o con obsolescencia programada; piensa antes de adquirir un producto en todo lo que hay detrás (cómo y con qué se ha producido, quién lo ha realizado, y de qué forma, etcétera); da primacía al intercambio o trueque, o a la reparación; y finalmente, se pregunta, ¿realmente lo necesito?

 

 

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