¡Vuelven las bloggers más intrépidas del planeta! Aleyda y Ariadna, de EligeNuestraAventura, nos sorprenden otra vez con una fantástica foto. ¿De dónde? Nada más y nada menos que de Nueva Zelanda.
¡Qué maravilla de paisaje!
País: Nueva Zelanda
Población: Sur de Canterbury
Día: 20/03/2012
Hora: 15:50
Localización: Lago Pukaki
Modelo: LUMIX DMC-GF2
Objetivo: 45-200
Apertura: 11
Velocidad: 1/500
ISO 100
F= 56mm
Balance de Blancos: Auto
Recorrer la isla sur de Nueva Zelanda debe ser lo más parecido a pasear por un planeta extraterrestre. Los paisajes cambian en cuestión de horas, pasas de montañas completamente áridas a glaciares increíbles o laberínticos fiordos.
El cielo es diferente que en el resto del mundo, las nubes parecen dibujadas, los colores de los amaneceres y las puestas de sol te hacen pensar que está a punto de aterrizar un objeto volador no identificado, y el color de los lagos es completamente imposible. No existe un azul tan intenso. Lees en tu guía que es debido a la “harina de roca”, un sedimento de sus aguas. Dicha harina se creó cuando un glaciar de fondo rocoso desplazó la cuenca del lago al avanzar por la superficie, y el roce de roca contra roca hizo que se crearan unas partículas que acabaron suspendidas en el agua. Tal sedimento da un aspecto lechoso al lago y hace que los rayos del sol se refracten. Pero aún así sigues pensando que este color no pertenece a nuestro mundo.
Después de mirar atónitas durante horas el lago Pukaki con el monte Cook de fondo y parando en todos los miradores, empezamos a hacer cientos de fotografías con nuestra LUMIX DMC-GF2 desde diferentes ángulos, cambiando el objetivo. Primero probamos con el 14-42mm, después con el objetivo fijo de 14mm para hacer pruebas con las aperturas de diafragma y finalmente con el tele objetivo 45-200mm para captar los detalles que se nos escapaban con los otros 2 objetivos. Miramos y remiramos las fotos con la frustración de pensar que ninguna de ellas estaba reflejando lo que nos transmitía aquel escenario. Pero finalmente esta foto nos hizo salir de la ofuscación y el resultado del teleobjetivo nos dejó satisfechas para poder continuar nuestro camino hacia lago Tekapo.
Anécdota: Entre tanta foto y tanta admiración, de pronto nos dimos cuenta que habíamos dejado las puertas abiertas de nuestra furgoneta con todas nuestras cosas dentro. Cuando nos giramos para ver si todo estaba en orden, divisamos a un individuo rondando nuestra furgoneta y parándose al lado de la puerta. Al ir a ver qué pasaba, vimos que era tan sólo un adorable abuelito que intentaba utilizar la sombra de nuestra furgoneta para conseguir su foto del mes de Nueva Zelanda.
