Tras recorrer de punta a punta nuestra Península Ibérica, si algo tenía clarísimo, entre otras muchas virtudes, era
la calidad de nuestros vinos y aceites de oliva. Base de la aclamadísima dieta mediterránea, nuestro aceite de oliva virgen se alzaba como absoluto ganador. Tan sabroso sobre una tostada o en ensalada, pensaba yo, no debe tener rival en el mundo que se le acerque.
No podía estar más equivocada. Fue empezar a viajar por los países del sur de Europa y descubrir que Portugal, Italia o Grecia también tenían aceites de oliva de altísima calidad con nada que envidiar a los patrios.
Pero no fue hasta el pasado mes de junio cuando tuve ocasión de disfrutar de este manjar en Croacia. Concretamente en la isla de Korčula, bañada por el Adriático y a escasas dos horas de Dubrovnik. Allí
volví a encontrarme con un aceite de oliva (vinos y otros muchos manjares) dignos de formar parte de cualquier plato de altura.
Me pregutaréis si fue el aceite de oliva lo que más me impresionó de la isla de Korčula.
Pues no. En realidad, esos días en la Croacia insular dieron mucho de si. Tanto que aquí os dejo con cinco de las cosas que más me llegaron. Experiencias y vivencias que espero podáis recrear muy pronto:
1. Descubrir que el aceite de oliva está presente en casi todo
Desde cosméticos hasta té, pasando por dulces deliciosos como la lumbrija y un sinfín de platos; el aceite de oliva es el rey de la cocina en esta isla.
2. Pasear por el casco histórico de la ciudad de Korčula y apreciarla desde las alturas
Si te acercas a esta isla en ferry desde la península de Pelješac, la primera población con la que te encontrarás es Korčula. Recorrerla a pie y subir a algunos de sus múltiples miradores como el de la catedral de San Marcos o la casa de Marco Polo (¡el famoso trotamundos!) es la mejor manera de adentrarse poco a poco en la vida de esta isla; antes de proseguir hacia el oeste.
3. Desconectar y olvidarse del mundo
Para ello, no hay mejor sitio en la isla que Lumbarda y sus playas. Entre las mejores están Vela Pržina, Bilin Žal, y Tatinja. La tranquilidad de este pueblo marinero en verano es perfecta para relajarse y disfrutar de una vida tranquila durante un tiempo.
4. Degustar los aclamados vinos de Korčula
Como el Grk y Pošip. Hay muchas vinotecas y bodegas familiares que ofrecen degustaciones como el agriturismo Bire en Lumbarda, la vinoteca Blato 1902 en Blato y las bodegas Toreta en Smokvica.
5. Coger un barco taxi a la isla de Proizd desde Vela Luka
Al oeste de Korčula se encuentra la turística población de Vela Luka. Además de su espectacular bahía llena de yates y la milenaria cueva Vela Spila, una de las mayores atracciones de Vela Luka es Proizd, un islote a tan solo 30 minutos en barco que hará las delicias de todos los enamorados de las calas de aguas turquesas y el turismo de calidad.
Si quieres seguir descubriendo todo lo que Korčula ofrece, no dejes de pasarte por mi blog donde te cuento diez planes imprescindibles para disfrutar la isla de Korčula.