Situado a orillas del río Támesis, el London Eye es la noria de observación más alta de Europa. Anualmente la visitan unos 3 millones y medio de personas, lo que la convierte en la atracción de pago más visitada de Londres y de toda Gran Bretaña (lo cual es sorprendente teniendo en cuenta su corta edad). En el momento de su inauguración, en 1999, se trataba de la noria más alta del mundo, con una altura de 135 metros. Sin embargo, en la actualidad ha sido sobrepasada por la noria de Nanchang de 158 metros y el Singapore Flyer de 164.
Actualmente, para conservar un superlativo mundial, el London Eye es descrita como la «noria de observación en voladizo más alta del mundo», ya que a diferencia de las atracciones de Nanchang y Singapur, la noria londinense se sujeta de un solo lado. La noria tiene un diámetro de 120 metros y tiene una altura máxima de 135 metros, por lo que desde sus cabinas pueden observarse unas vistas impresionantes de toda la ciudad y sus alrededores. En un día despejado (de los que Londres no tiene muchos) se puede ver hasta a 35 kilómetros a la redonda.
El London Eye tiene 32 cápsulas y cada uno puede contener 25 personas. El trayecto dura unos 30 minutos. La velocidad media de la noria es de 1 kilómetro por hora, por lo que no se nota apenas la rotación mientras se está en su interior. Un ticket para el London Eye no es de las cosas más baratas que se pueden hacer en Londres, ya que un billete de adulto cuesta unas 30 libras (36 euros), pero sin duda es una de las experiencias más impresionantes que se pueden tener en la metrópolis inglesa.