Hace tiempo que tenía en mi lista de sitios pendientes de ir a visitar una casa-galería ubicada en un pequeño pueblo del Empordà. Ésta es una zona que suelo visitar y que me tiene el corazón robado. Ya os hablé de ello en un post anterior. En esta ocasión quiero compartir lo que para mí ha sido todo un descubrimiento.
Llegué a Casavells un domingo por la mañana, acompañada de mi familia, y en seguida encontramos el Palau de Casavells, un antiguo edificio con paredes de piedra y con más de 400 años de historia. Al entrar, en seguida te das cuenta de que la visita te va a sorprender. El recorrido es totalmente libre así que empezamos a explorarlo por la planta baja, donde está el patio, y continuamos por los dos pisos superiores.
El Palacio es, por un lado, galería de arte donde se programan diferentes exposiciones y muestras de artistas contemporáneos. Por otro, el espacio también es un showroom de piezas de mobiliario de anticuario y de diseño del siglo XX, donde todo está a la venta. Uno de los atractivos del lugar es el montaje en algunas de las salas y, sin duda, la que más me impresionó fue la que cuenta con numerosas golondrinas metálicas dispuestas de tal manera que parece que estén todas volando por la habitación.
El arte se respira por todas partes y en gran parte eso es culpa de la Galería Miquel Alzueta de Barcelona, que selecciona las obras de artistas españoles y extranjeros actuales, que provienen de disciplinas diferentes, como la pintura o la fotografía.
No me considero una experta en arte, al contrario, pero creo que este rincón aún algo desconocido para el público en general es una maravilla para los sentidos, realmente mágico e inspirador. Durante mi visita, tuve la oportunidad de coincidir con otras personas que me comentaron que solían venir cada verano a ver las exposiciones y montajes porque siempre les sorprendía. Así que si estáis por la zona, os recomiendo muchísimo descubrir y experimentar todas esas sensaciones. No os dejará indiferente, eso seguro.
