Si eres de los que te disfruta de la fotografía, tienes una cámara entre manos a la cual te gustaría sacarle el máximo partido, en esta sección de Consejos y Tutoriales y a lo largo de las próximas semanas, realizaremos entregas con pequeñas cápsulas en las que trataremos los aspectos técnicos y estéticos más destacables a la hora de plantearnos una fotografía. Trataremos diversos temas, desde retrato, viajes, arquitectura… ¡Habrá para todos los gustos!
Empezamos por tratar la temática de los paisajes. Uno de los grandes temas de la fotografía y se centra, principalmente, en la creación de imágenes de entornos naturales. Quien no se ha ido de vacaciones y se ha enfrentado a fotografiar una playa espectacular, una montaña de infarto… o un paisaje que te deja con la boca abierta.
¿Comenzamos?
1. Introducción a la Fotografía de Naturaleza y Paisaje
Históricamente se ha usado el término landscape (paisaje) para referirse al formato horizontal. Esto se debe a que la mayoría de imágenes de paisaje se realizan en formato apaisado e incluso tienden a formatos con un encuadre panorámico con el fin de conseguir un campo visual horizontal más amplio. En este sentido, las cámaras Lumix G ofrecen distintas opciones: desde un formato cuadrado (relación 1:1) hasta un formato más panorámico (relación 16:9).
Hay tres aspectos esenciales que se deben conocer y tener en cuenta en la fotografía de naturaleza y paisaje:
- La meteorología,
- El tipo de vegetación
- La posición del sol
La meteorología influye en las condiciones de luz y el aspecto del paisaje. Fotografiar una misma escena en un día con mucha o poca humedad en el aire, un cielo con o sin nubes, a una hora u otra del día, puede dar como resultado visiones muy distintas de un mismo paisaje. Los fenómenos meteorológicos pueden convertirse en motivo principal de algunas imágenes.
El tipo de vegetación y los ciclos biológicos de las plantas son elementos determinantes en los colores del paisaje. Conocer los momentos de floración de distintas plantas, el tipo de vegetación de hoja perenne o caduca… son aspectos a tener muy en cuenta para elegir cuál es el mejor momento del año para fotografiar una determinada zona.
La posición del sol es vital a la hora de realizar la fotografía en función del resultado que queramos conseguir. Un sol de mediodía nos puede ofrecer ciertas ventajas como evitar problemas de trepidación de la cámara, podremos abrir diafragma para obtener una mayor profundidad de campo o velocidades más rápidas que permitan congelar objetos en movimiento. Un sol bajo nos permitirá una fotografía más cálida y con matices más románticos. La luz del amanecer, del atardecer, un contraluz… como veis contamos con un amplio abanico de posibilidades con las que jugar para conseguir el resultado que más nos interese.
Incluso ya contamos con apps que nos ayudan a planificar la sesión fotográfica teniendo el sol como aliado.
Al encontrarse delante de un paisaje, lo primero que se tiene que decidir es desde dónde se observa y qué se quiere que aparezca en la imagen que se va a realizar.
2. Selección del Punto de vista y la disposición de los elementos
El punto de vista hace referencia a la situación del espectador respecto a la escena. Esta situación determina la forma en que se observa el paisaje y la relación entre los elementos que forman parte del mismo. Hay que tener en cuenta que los elementos que conforman un paisaje acostumbran a ser estáticos, sin posibilidad de intervención en la posición de éstos. Por lo tanto, la única opción a la hora de establecer una relación entre ellos es la de encontrar el punto de vista adecuado. Esta relación entre elementos determinará la composición de la imagen.
Una vez decidido el punto de vista, se puede elegir qué objetivo se va a utilizar en función de la parte de la escena que se quiera mostrar en la imagen, sin que las relaciones entre los elementos de la escena varíen. La gama de objetivos Lumix G nos ofrece un amplio abanico de distancias focales, desde un gran angular de 7mm, con un campo visual muy amplio apto para puntos de vista muy cercanos, hasta un teleobjetivo de 300mm, perfecto para detalles o elementos muy lejanos.
Primeros términos y obstrucciones visuales
Un recurso muy utilizado para componer en paisaje es la disposición de elementos en primer término o primer plano. Situar un elemento en un punto cercano proporciona profundidad a la imagen y ayuda a establecer una relación de escala entre los distintos elementos.
Hay que tener en cuenta que los elementos en primer término ocultan parte del paisaje que queda por detrás, creando obstrucciones visuales. Se debe buscar un punto de vista que permita una buena relación entre estos elementos más cercanos y los más lejanos. En muchas ocasiones estas obstrucciones pueden utilizarse a nuestro favor para ocultar elementos no deseados o rellenar espacios en la imagen. Por ejemplo, unas ramas de un árbol pueden ir bien para rellenar un cielo poco interesante.