En el mes de mayo la ciudad de Girona da la bienvenida con todo su esplendor a la primavera celebrando Temps de flors (Tiempo de Flores), una gran exposición que cubre de flores las principales calles, plazas y monumentos de la ciudad. Espacios públicos y privados se visten con preciosas composiciones florales que combinan la creatividad y el arte florar y que hacen que pasear por la ciudad sea una maravilla para todos los sentidos.
Por trabajo, viví en Girona hace años y siempre le he tenido mucho cariño a esta ciudad, además de que es preciosa y tiene un barrio antiguo, el Barri Vell, por el que es una delicia pasear. Tenía muchas ganas de enseñarles a mis hijos la ciudad cubierta de flores y pasear por sus rincones más emblemáticos engalanados, así que aprovechamos un día festivo para acercarnos a disfrutar de la ciudad…. ¡y de la fotografía! Era una ocasión perfecta para estrenar mi nueva Lumix GX7 y he de decir que disfruté muchísimo. Estoy encantada con la cámara, ¡con su fácil manejo y lo cómoda que es! Fue un día perfecto.
Temps de flors transforma la ciudad, te da la oportunidad de visitar jardines y patios de casas particulares que están cerrados al público pero que durante estos 10 días los abren y los visten con sus mejores galas, con los colores y las composiciones más elegantes, creativas y bonitas que os podáis imaginar. Y todo eso hace que fotográficamente sea una ciudad muy atractiva para disfrutar con nuestras cámaras de fotos, porque en cada rincón encontrabas algo bonito que te llamaba la atención.
Durante estos días Girona se vuelca en la celebración de Temps de Flors i más de 1.000 voluntarios han ayudado a decorar los 145 espacios que forman parte de la exposición: patios, escaleras, monumentos, callejones, jardines, zonas emblemáticas y pequeños rincones. La Catedral, los baños árabes, las callejuelas del barrio de la judería, las escaleras de la Basílica de Sant Feliu, la casa Lleó-Alemany, los jardines dels Alemanys y la Torre Gironella son algunos de los espacios de visita recomendada.
Este año se celebraba la 59 de edición del festival y con un carácter especial y emotivo, ya que era el primero en el que Maria Cobarsí, su fundadora, no estaba presente, ya que falleció hace unos meses.
Muchas de las composiciones florales estaban dedicadas a su persona a modo de agradecimiento y a todos los colaboradores que durante todos estos años han hecho posible la celebración de este certamen. Como por ejemplo, el montaje que adornaba las escaleras de la Catedral de Girona: Un árbol que simbolizaba a María, como metáfora de las raíces del festival, y el resto de las escalinatas estaba formado por siluetas que entre flores simbolizaban todos los voluntarios que han hecho posible la celebración durante más de 50 años de este certamen.
Temps de flors es una combinación de historia, arquitectura, diseño, cultura, arte, creatividad, olores, colores… ¡que convierten a Girona en un bellísimo espectáculo para todos los sentidos! Eso sí, si podéis evitar el fin de semana mucho mejor 😉
Fotos hechas con Lumix GX7