Disponer de una buena cámara de fotos ya es un primer paso para captar fotos de la naturaleza. Controlar la técnica y moverse con soltura entre los ajustes ya te deja más cerca. Pero lo que nos hace fotógrafos realmente es nuestra sensibilidad a las cosas que nos rodean. No es lo mismo ver un detalle y pasar de largo que tener la sensibilidad de ver la foto antes de que ésta sea tomada. Antes de que exista si quiera.
A la capacidad de presentir el potencial fotográfico de las cosas que nos rodean y convertirlas en imágenes tangibles que pasan a la posterioridad se le conoce como el Ojo Fotográfico. No es algo con lo que nazcas. O sí, tal vez alguien nazca ya con esta capacidad. Lo que sí sé es que el ojo fotográfico es algo que puedes entrenar y desarrollar con el tiempo. Está íntimamente relacionado con la observación.
¿Cuántas veces has salido de casa, cámara en mano, con la firme intención de captar impresionantes fotografías y has acabado volviendo sin apenas haber hecho un solo disparo? A veces parece que nos falte inspiración. Parece que necesitemos viajar a las Cataratas del Niágara, al Gran Cañón de Colorado o a la cima de la Torre Eiffel para poder captar grandes fotografías. Nada más lejos de la verdad. Todos los días desfilan ante nuestra mirada cientos de “fotografías en potencia” que al no ser capaces de ver no somos capaces de captar. Lo llamo el “síndrome del ojo fotográfico vago”. Ves y es como si no vieses nada. Viene otro detrás de ti y lo convierte en una foto que no puedes evitar mirar con admiración mientras exclamas “¡Anda!”.
El artículo de hoy es la mejor prueba de ello. A continuación te traigo situaciones en las que podrás captar infinidad de fotografías que hay escondidas en la naturaleza que te rodea. Olvídate de viajar al Gran Cañón de Colorado, naturaleza es también la maceta con plantas que hay en tu terraza.
Flores
Esto es algo que podrías fotografiar hoy mismo. Qué digo, ¡ahora mismo! La fotografía de flores es un clásico que nunca se pasa de moda. Cualquier tipo de flor es una gran candidata para ser retratada con tu cámara. No te limites a explorar el tema como tal, intenta combinar la temática de flores con el uso de un objetivo nuevo o diferente: un ojo de pez por ejemplo. Nadie te exige que fotografíes una flor entera ¿por qué no fotografías sólo la mitad de la flor? ¿O una parte muy pequeña convirtiéndola en una imagen más “abstracta”?
Las flores dan mucho juego a nivel de práctica fotográfica. No sólo en los resultados finales que puedes sacar, sino en el aprendizaje y técnica que puedes desarrollar tirándote un rato con tu cámara junto a un ramo de flores.
Insectos
La naturaleza que nos rodea está plagada (nunca mejor dicho) de estos pequeños habitantes que van a su aire, viven en su mundo, van a lo suyo, y cuyo lado fotogénico muy pocas veces aprovechamos.
Para conseguir buenos resultados de fotografía de insectos necesitarás armarte de un buen objetivo macro y un poco de paciencia. A veces es necesario invertir un tiempo de espera antes de poder lograr momentos espectaculares como éste.
Fenómenos naturales
Cuando hace malo la naturaleza nos está guiñando el ojo en una sutil invitación a sacar nuestra cámara y salir a inmortalizar momentos únicos que muchas veces cuesta atrapar. La mayoría de las veces no captamos la indirecta dando por hecho que si no hace sol es que no se pueden tomar fotos. Error. Haciendo fotos en un día soleado sólo vas a conseguir “una foto más”. Días lluviosos o amaneceres con mucha niebla presentan una mejor ocasión de atrapar una fotografía diferente. Fenómenos naturales como la lluvia, los truenos o la niebla aportan un ingrediente de misterio y de misticismo que difícilmente podrás obtener en un día soleado a las 12 del medio día.
Animales
Puede que no sepan tomar fotos, pero los animales pueden constituir un interesante sujeto a retratar. La ventaja de fotografiar animales es que los tienes muy al alcance de tu objetivo. No sólo en Safaris o bajo formas de vida salvaje y libre, sino que de la típica visita al Zoo con los sobrinos también se pueden sacar espectaculares tomas. Incluso tu mascota puede hacer de modelo para ti.
Un truco rápido y fácil de aplicar a la hora de retratar animales: antes de componer la foto, piensa en la primera cualidad o adjetivo que te viene a la mente cuando piensas en ese animal. A partir de ahí, tendrás que retratarlo con ese adjetivo en mente, intentando siempre resaltarlo.
También puedes buscar poses divertidas, distintas, o que le confieran a la mascotas propiedades humanas.
Como ves la naturaleza es una fuente inagotable de ideas que puedes transformar en impresionantes fotografías. Para eso necesitarás conectar con el entorno, observar (y disfrutar haciéndolo), desarrollar una sensibilidad hacia lo que los demás mortales vemos pero ante lo cual no nos detenemos.
Ser fotógrafo no consiste en dominar la técnica ni en poseer los conocimientos fotográficos. Ser fotógrafo es emocionar, es contagiar pasión y descubrir al mundo la belleza de las pequeñas cosas que nos rodean y que pasan desapercibidas.
Feliz fotografía.