Mucha gente que se inicia en el mundo de la fotografía piensa que esas fotos de editoriales de moda que ve en las revistas son solo para fotógrafos muy avanzados y con equipos y accesorios fotográficos muy caros y que tardarán mucho en poder llegar a hacer algo parecido.
Están equivocados. Una producción fotográfica al nivel de las grandes revistas de moda evidentemente es cara, pero se pueden hacer cosas parecidas sin a penas contar con presupuesto, eso sí, se necesitan muchas ganas.
El pasado lunes 29 de septiembre publicamos la primera parte de cómo preparar y llevar a cabo una sesión de fotos. Hoy os traemos la segunda parte, en la que Rai Robledo se centra en explicar otros aspectos claves para que podáis hacer un editorial de moda y sacarle el máximo partido a vuestro equipo: localización y edición. ¡Empezamos!
- Localización.
Si queremos que la modelo pose en lencería no la podemos poner en medio de la calle, y si queremos que vaya elegante y sofisticada no os recomiendo que la llevéis a unas ruinas llenas de grafitis. La coherencia es muy importante para que el resultado final sea atractivo y de calidad. Es importante que todo el equipo esté al corriente de qué se quiere hacer y cual es el resultado final que espera el fotógrafo. Para eso está muy bien el enviarse fotos de referencia tanto de localizaciones como de editoriales que hayamos visto y nos gusten.
Se pueden pedir espacios como hoteles o locales para hacer la sesión a cambio de nombrar a este sitio en la publicación donde vayan a ir las fotos. En muchos casos os dirán que no, así que está bien tener recursos como amigos que os presten casas con cierto encanto o ir a localizaciones en exteriores donde hayáis estado y os parecieran buenas. Siempre es conveniente ir de nuevo antes de la sesión para asegurarse que está tan bien como en su día nos pareció.
- La edición
Este es un punto delicado y muy personal. Cada fotógrafo pasa por distintas etapas donde va experimentando distintos tipos de ediciones hasta que acaba dando con la que se siente más a gusto. Primero editar las fotos en RAW, el formato en el que debéis disparar siempre. Una vez corregidas en RAW y pasadas a JPG nos dispondremos a hacer la edición final con Photoshop.
Os recomiendo no abusar, ni para editar a la modelo ni los colores. Lo más sencillo es que compréis un par de revistas de moda y echéis un vistazo a sus editoriales. Ahí podréis comprobar distintos tipos de edición de colores y tonalidades y tomarlas como referencia. Repito, aquí manda el fotógrafo y cada uno debe imprimirle su personalidad y su firma. No conviene que seleccionéis un número muy alto de fotos. De toda la sesión hay que sacar las cinco o seis mejores. El resto hay que guardarlas. No se puede abusar porque un número muy alto de fotos deslucirá unas a otras. Aunque os gusten y os parezcan buenas, hay dejarlas fuera y seleccionar no más de seis. Ese es vuestro editorial, vuestra sesión, vuestro trabajo resumido en esas fotos que luego podréis mostrar en vuestras redes sociales, webs o blogs.
Así es, a grandes rasgos una sesión de fotos con una modelo. Os recomiendo que probéis, lo pasaréis bien y aprenderéis mucho. Esas fotos le servirán a todo el equipo para mostrar en sus portfolios y sin duda en un breve espacio de tiempo querréis repetir. Lo importante es que no dejéis de hacer fotos y de experimentar, así es como iréis creciendo como fotógrafos.
