Si tienes una cámara de fotos con filtros integrados que no estás utilizando, estás desaprovechando una importante herramienta de producción fotográfica. Los filtros pueden suponer un “renacer” para cierta fotografía que has estado a punto de borrar por aburrida o poco interesante. En ocasiones, el filtro es parte esencial del mensaje o sensación que con la foto quieres transmitir.
En el artículo de hoy me gustaría mostrarte algunas de las ventajas que puede suponer el aplicar filtros en tus fotografías, y cómo puedes sacar todo el partido que esconden.
¿Quién hace la foto, tú, o el filtro?
Desde que visualizas la foto mentalmente, hasta que ésta adopta el lugar que le corresponde dentro de su marquito en el salón o en tu despacho, una larga concatenación de procesos se interconectan para facilitar el nacimiento de esa fotografía. La cámara es un medio, el objetivo otro, y todos los elementos de los que puedas hacer uso con el fin de obtener la obra fotográfica que habías imaginado y transmitir, de manera muy exacta, el mensaje que quieres que el espectador perciba. Siendo estos los medios, tú eres el fotógrafo y tú eres el artífice de la obra.
Del mismo modo, utilizar filtros en tus fotografías no te quita ningún mérito como artista. Es típico escuchar posiciones adversas al uso de los filtros, con el “reclamo” de que una fotografía natural vale más. Podríamos dedicar todo el artículo a refutar, mediante una larga lista de argumentos, esta posición fanática, pero en resumen diré que un filtro es otro medio más que la tecnología fotográfica pone a tu disposición, utilizarlo no solo no te quita mérito sino que, si me apuras, puede poner de relieve tu habilidad como artista.
Tipos de filtros que tienes disponibles
A día de hoy existen 2 tipos de filtros, el físico de cristal que se pone delante de la lente de la cámara, y el digital que puedes aplicar desde la propia cámara de fotos.
De los primeros ya hablé varias veces en mi blog. Tienen la limitación de que necesitas comprar uno cada vez que quieras un efecto distinto, tienen una compatibilidad muy limitada según el objetivo que utilices. A ello se suma la posibilidad de roturas.
Hoy hablaremos de los filtros digitales, aquellos que puedes encontrar incorporados ya en tu cámara de fotos y que, como decía al principio, guardarán un enorme potencial que puedes estar desaprovechando.
Ventajas de un filtro digital
La lista puede ser larga pero aquí tengo los aspectos más “útiles”, a mi juicio, de usar un filtro digital integrado en la cámara, comparado con uno físico o con el posprocesado en ordenador:
- Los filtros digitales no necesitas acordarte de llevarlos encima. Llevando una cámara con filtros incluidos ya los tendrías contigo siempre.
- Algunas cámaras (como las Lumix G de Panasonic) te permiten visualizar la escena con el filtro pre-aplicado. Así ves cómo va quedando la foto mientras la encuadras, antes de disparar.
- Si la foto final no te gustara con el filtro en cuestión siempre puedes volver a la foto normal sin filtro. Esto es posible sólo con algunas cámaras. De nuevo, algunos modelos Lumix G de Panasonic permiten disparar en RAW o RAW + JPG. Con el archivo RAW siempre tendrás el original de la foto, intacta, sin filtros ni efectos.
- Disponer del filtro integrado en la propia cámara te permitirá ver el resultado in-situ. Los filtros que puedes aplicar posteriormente en ordenador forman parte del posprocesado y no puedes ver su resultado hasta que no hayas terminado la sesión fotográfica y te hayas instalado detrás de un ordenador.
Cómo activar los filtros de tu cámara
Nadie debería conocer tu cámara mejor que tú. Una máxima que no deberías quebrantar jamás es que necesitas conocer tu cámara, de cabo a rabo, con todas sus opciones, su menú, antes de empezar a trabajar con ella. Conocer a fondo tu cámara te dará soltura y rapidez para utilizarla en situaciones adversas en las que tengas muy poco tiempo para reaccionar.
En cualquier caso, si eres poseedor de una cámara Lumix G, la mayoría disponen de la opción de filtros artísticos en el mismo sitio: girando el dial de modos situado en la parte superior derecha de la cámara encontrarás una opción con el icono de una paleta de pintura. Una vez seleccionado el modo, te aparecerá en pantalla un listado en miniatura con distintos filtros que puedes aplicar. Te recomiendo que los explores todos y los vayas probando para decidir aquellos que mejor se adaptan al tipo de fotografía que realizas.
Mis filtros favoritos
Siempre que tengo una Lumix G entre manos acabo utilizando 3-4 filtros que son mis preferidos. Actualmente estoy probando una GX7, y entre los muchos filtros que trae incorporados, casi siempre estoy disparando con alguno de los siguientes:
- Efecto Cámara de Juguete: Un filtro que imita las famosas cámaras de juguete. Su efecto viñeteado lo hace ideal para retratos y composiciones en las que queramos resaltar un sujeto centrado.
- Monocromático dinámico: Si te gusta el blanco y negro, éste es tu filtro sin duda. Ofrece un blanco y negro “con personalidad”, con sombras muy pronunciadas que realzan los retratos.
- Viejos tiempos: Gracias al filtro “viejos tiempos” obtendrás un filtro que recuerda a la fotografía antigua pero en tonos muy sutiles y agradables. Nada que ver con los empalagosos “sepia” que acaban cansando
- Color puntual: Una interesante manera de resaltar un sujeto u objeto en función de su color. Mediante este filtro podrás seleccionar un color puntual que quieras resaltar. El objeto con el color en cuestión mantendrá su color. Todo el resto de colores se transforman en blanco y negro.
Tu turno
¿Utilizas habitualmente los filtros en tus fotografías? ¿Tienes pensado hacer uso de este recurso en tus futuras composiciones?
Quiero opiniones 😉