En las últimas fronteras del planeta
Con este sugerente nombre, la productora Salomba Ventures, de la mano de Sebastián Álvaro, lleva desarrollando un proyecto audiovisual vinculado al Vº Centenario de la Vuelta al mundo de Magallanes-Elcano.
Se trata de una serie de documentales que nos llevan a remotos y fantásticos lugares como: Patagonia, Tierra de Fuego y la Antártida. Desde el año 2020 tengo el privilegio de poder participar, con mi cámara, en esta bella singladura, que se inició hace dos años con el rodaje de la expedición al Cerro Torre (Patagonia) y que recientemente nos ha llevado a la Antártida.
Rumbo a la Antártida
A principios de año, después de tomar las doce uvas en Punta Arenas, (sur de Chile) nos embarcamos en el velero Ypake II, capitaneado por el argentino Ezequiel Sundblad rumbo a la Antártida. Durante aproximadamente un mes hemos navegado desde el extremo del continente americano hacia el continente helado, atravesando el temible paso de Drake, donde convergen las corrientes del Atlántico y Pacífico.
Tras el agitado cruce recorrimos con nuestra ligera embarcación los bellos canales y estrechos de la península antártica. Además de recorrer estos parajes a bordo de la embarcación y ser testigos con nuestras cámaras de este inmenso entorno, desembarcamos en diferentes puntos para ascender hasta la cumbre de algunas de las bellas montañas que se levantan sobre este solemne territorio, grabando y fotografiando todos los detalles del viaje, paisaje y naturaleza.
Compañera de viaje: Lumix S1H
El material técnico que disponía para realizar mi trabajo estaba formado, principalmente, por una vieja conocida: la Lumix S1H. Una gran cámara que me ha acompañado en repetidas expediciones al Himalaya y que me ofrece la mejor garantía para desarrollar mi actividad profesional, orientada tanto a la toma de vídeo como a la fotografía, con las máximas prestaciones: full frame, hasta 5,9K y 4K a 10 bits y 4:2:2, un gran sistema de estabilización e ISO nativo dual. Y algo imprescindible para mi actividad habitual, todas las garantías en condiciones de trabajo adversas.
En esta ocasión las dificultades encontradas vendrían dadas por la exposición al agua del mar, especialmente durante los días de la turbulenta travesía del Drake, casi cinco días a la ida y siete a la vuelta. En la Antártida, las bajas temperaturas también pondrían a prueba la resistencia y consistencia del material. Como siempre el resultado fue muy positivo y satisfactorio.
Un paisaje de luz eterna
Superados los inconvenientes de trabajar en un entorno complicado solo me quedaba recoger, a través de mi cámara, la personalidad y singularidad de la luz y el paisaje antártico con la mayor sensibilidad y calidad posible.
Durante el verano austral las horas de luz en latitudes inferiores al paralelo 60º aparecen eternas, ofreciendo una amplia gama de matices de luz y de color. Unas jornadas interminables donde la luz del crepúsculo da paso a los tonos del amanecer en muy poco tiempo. La Lumix S1H ha sido una inmejorable elección para poder registrar estos momentos con la máxima fidelidad. Interpretando el paisaje y recogiendo la personalidad del entorno con veracidad.
Incorporar el medio marino dentro en un panorama montañoso era algo a lo que estaba menos acostumbrado. Los trabajos que desarrollo habitualmente en las grandes cordilleras se encuentran muy alejados de los océanos. Sumar la superficie marina, salpicada de bloques de hielo, con bellos reflejos del paisaje montañoso, aporta un elemento de composición muy estético que da lugar a una imagen mágica.
La fauna es otro de los componentes que hacen de la Antártida un santuario natural único. Habitualmente la costa se encuentra poblada por grandes colonias de pingüinos, focas, leopardos marinos, lobos de dos pelos… Multitud de aves revolotean constantemente sobre nuestras cabezas y no es raro disfrutar de la presencia de grandes cetáceos como ballenas y delfines. A pesar de que la mayoría de animales apenas se preocupan de la presencia humana es muy importante respetar el hábitat y la actividad cotidiana de las diferentes especies manteniendo una distancia de separación prudente. Para realizar mi trabajo fotográfico en estas condiciones con los mejores resultados posibles añadí a mi equipo el objetivo S PRO 70-200, con duplicador.
Sin dudad este mes trabajando con mi cámara en “las últimas fronteras del planeta” ha sido una de las experiencia personales y profesionales más gratificantes y especiales.
Travesía en velero realizada desde Puerto Williams (Tierra de Fuego-Chile) hasta la península antártica a través del paso de Drake. Navegación en la Antártida por las islas Melchior, estrecho de Berlache, canal de Lemaire, Cuverville y Pléneau, con ascensión al monte Bancke y Spigot Peak.