Parece que me voy, pero realmente lo que haré en unos días es volver a casa. Regreso a las “rutas salvajes”, con mi bicicleta Ona, con mi tienda de campaña, la guitarra y los demás bártulos para retomar mi vida nómada, mi experiencia.
Llevaba más de dos años pedaleando, vidajando y perdiéndome adrede por los caminos del sur de Latinoamérica antes de regresar a visitar a la familia, amigos y vivir la aventura de los Pirineos que os he ido contado. Una experiencia, para mi maravillosa que he tenido el placer de compartir con todos vosotros.
Una vez terminada y renovado material (mi querida GH1 ahora es una flamante GH3), solo queda arrancar y dejarse llevar por esta experiencia.
Antes de iros contando mes a mes mis nuevos pasos sin rumbo, os quiero mostrar algunos rincones con los que me fui tropezando y que se han tatuado en mis recuerdos para siempre.
Ilha Grande
En Brasil, muy cerca de Rio de Janeiro se esconde esta inmensa isla que hasta el 94 albergaba una prisión y que ahora, sin carreteras ni coches es un paraíso lleno de playas de arena blanca, cascadas que juegan al escondite, vida salvaje que surra por sus senderos y pueblecitos tranquilos que apenas salpican el mapa de la inmensa mole verde por descubrir. Una parada en el camino donde se pausó el tiempo, una experiencia inolvidable que aquí os dejo en algunas fotografías.
Fotografía realizada con Lumix GH3
Fotografía realizada con Lumix GH3
Fotografía realizada con Lumix GH3
Torres del Paine, Chile.
Terminas la famosa carretera austral de la que ya os hablaré algún día y lejos de aflojar, el camino da tres saltos seguidos espectaculares. Primero en el Chalten, la capital del trekking mundial, luego en el glaciar Perito Moreno, una de las maravillas del mundo y una experiencia que ni estando en frente logras asimilar, y la guinda que no te esperas del parque nacional de las Torres del Paine, emergiendo en mitad de la pampa como un decorado imaginario. Los exóticos Guanacos ayudan a pensar que estas en un sueño, y como tal lo recordarás…
Fotografía realizada con Lumix GH3
Fotografía realizada con Lumix GH3
Cabo Polonio, Uruguay
El paisito, como los Uruguayos llaman cariñosamente a su tierra, esconde un rinconcito en el que habitan gigantes. Enormes ballenas se acercan a sus playas educando a sus crías, manadas de lobos y leones marinos pescan cuando no están descansando bajo el faro que lo preside todo. Es un lugar único que pese a estar unido al continente te hace sentir que estas en una isla perdida en mitad del océano. Solo el faro recibe luz eléctrica de tierra adentro, y por la noche, bajo un increíble cielo, te reencarnas en un pequeño velero que se orienta torpemente con su haz de luz entre los ranchitos cada 12 segundos. La misma escena que inspiró al cantautor uruguayo Jorge Drexler su canción 12 segundos de oscuridad y que tanto había escuchado antes de verlo con mis propios ojos fue toda una experiencia.
Fotografía realizada con Lumix GH3
Fotografía realizada con Lumix GH3
Mercaditos
Y uno de mis rincones favoritos de Latinoamérica son sus gentes.
Es un continente de mil acentos que nacen de su pueblo mezclado, sus ritmos a otro tempo, sus colores y sonrisas vibrantes, de alegría humilde y los nuevos para mi, viejos sabores que degustas en el viaje culinario.
Que mejor sitio para encontrar todo eso que en el mercado.
Uno de mis rituales preferidos es ir a tomar el pulso a cada pueblo o ciudad con que tropiezo, perdiéndome en su mercadito. Tras dar una buena vuelta me dejo tentar por algún “comedorsito” que me de a probar los platos típicos del lugar y así entablar conversaciones que de paso me lleven a las siguientes aventuras.
Fotografía realizada con Lumix GH3
Fotografía realizada con Lumix GH3
Fotografía realizada con Lumix GH3
¿Entendéis porque vuelvo a las pedalandadas un poco más no?
Ya estoy con un pié y medio en la carretera, en breve… volvemos!