Es la pregunta que nos hacemos siempre que se acercan unas vacaciones. ¿A dónde voy, con quien, me quedo en España, me voy fuera, Europa, otro continente?
Desde luego viajar ya no es lo que era. Ahora, montándotelo bien puedes hacer viajes largos, lejos y no gastando una fortuna.
En mi opinión Semana Santa y verano son las épocas mejores para hacer un viaje, si es en navidades o puentes hay que aprovechar para quedarse cerca y disfrutar de cualquier ciudad de España. Tenemos la suerte de que todos los pueblos y ciudades de nuestro país están llenos de lugares increíbles que aún no conocemos.
Si tuviera que recomendaros un destino sería Japón.
En diez días podéis visitar varias ciudades de este maravilloso país. Mi ruta recomendada sería: Tokio, la gran urbe donde con tres días podremos tener suficientes fotos y experiencias para irnos contentos habiendo visto gran parte. Sin duda una locura de ciudad, increíble. Su gastronomía, gente y sitios para jugar, cantar o comer. Desde luego una de las capitales del mundo.
Desde allí tren a Nikko. Un conjunto monumental increíble con una paz que nos hará olvidar el bullicio de Tokio en poco tiempo. Templos y más templos inundan este mágico lugar donde no podréis parar de hacer fotos. Después de dormir en un ryokan y haber desconectado totalmente volvemos a coger el tren para viajar a Kioto. La ciudad donde podréis ver tradición y modernidad unidas. Podrás compaginar las compras en grandes superficies con la más tradicional de las comidas y ver pasear por sus calles a geishas y mujeres con preciosos kimonos.
Por último de Kyoto a Osaka. Otra ciudad con rincones que parecen sacados de mismísima Blade Runner. Un punto final perfecto para diez días de viaje.
¿Y qué equipo fotográfico llevar? Desde luego para un viaje así os recomiendo no llevar una mochila llena de objetivos, flash, cámara y trípode. Vuestro viaje se convertirá en un suplicio, sobre todo para vuestra espalda, y la obsesión de querer inmortalizar todo hará que no disfrutéis del viaje, y lo que es peor, tampoco disfrutará quien os acompañe.
Minimizar equipo es la mejor opción. Si lleváis una cámara de lentes intercambiables no llevéis muchas, una o dos como mucho. Que vuestro equipo sea funcional ligero y manejable. Si lleváis compacta que sea de calidad, Panasonic tiene una amplia gama y siempre es interesante tener una como segunda cámara por si no queremos llevar mucho peso. Hay que desechar las fotos con el móvil, si queréis subir fotos a las redes sociales podéis hacerlo cuando lleguéis al hotel y las descarguéis. Así la gente también podrá disfrutar de fotos de calidad hechas con cámara y no con un teléfono.
¿Y qué fotografiar cuando estamos de viaje? Pues todo, pero ya sabéis, sin obsesionarse. Fotos de los edificios, monumentos, puntos de interés, pero también os recomiendo fotografiar a la gente del lugar donde estéis. La gente es la que hace especial un lugar y cuanto más lejos estemos de casa estéis más encanto le encontraremos, así que hay que explotarlo. Eso es lo que hace que un álbum de fotos de un viaje no sea aburrido, el que tenga variedad.
Muchas fotos de detalles, pequeñas cosas. Y la gente, insisto en eso porque me parece fundamental. Pedir permiso a alguien para hacerle un retrato o hacer robados de los que pasen por allí. Con esto conseguiréis que a la vuelta tengáis suficiente material como para hacer un álbum digital o en papel completo y atractivo. Os recomiendo que hagáis una buena selección de las fotos. Es mejor no pecar de exceso. Hay que ser muy selectivo y ser “cruel” en la criba. No repetir fotos de edificios y sitios aunque sea desde diferentes perspectivas. Si queréis que vuestros amigos disfruten de las fotos de vuestro viaje no hagáis que enseñárselas se convierta en un suplicio.
Y para acabar recordad que viajar es un placer y como tal hay que disfrutarlo desde que se planea, se hace la maleta y se va en el avión hasta que volvemos a casa y disfrutamos junto a los amigos de todas esas fotos y vídeos que hemos hecho.