El embajador Lumix Aner Etxebarria nos presenta su nuevo proyecto fotográfico “Irrecuperables”, en el que da visibilidad a aquellos animales que vivirán refugiados en centros de acogida el resto de sus días tras haber sido víctimas de las malas prácticas humanas.
A través de sus fotos, nos muestra las consecuencias de la caza furtiva, del tráfico ilegal de especies o de los accidentes de tráfico que afectan a la fauna local. La puerta a un mundo escondido que nos adentra en el día a día de los Irrecuperables. Aquellos animales que jamás volverán a ser libres y que se han quedado atrapados en un limbo entre la vida y la muerte.
Víctimas del tráfico ilegal de especies y de los atropellos
“Nacieron con alas para surcar los cielos, pero jamás volvieron a sentir la brisa que mece las nubes. Crecieron saltando de árbol en árbol, comiendo los frutos de las selvas que llenan de oxígeno nuestros pulmones y, sin embargo, hace mucho que tan solo tintinean entre las ramas de un escueto jardín lejos del trópico. Erguidos sobre sus patas traseras, pasaban horas exponiendo sus escamas a la luz solar que baña los desiertos de Australia, mientras que hoy se ven obligados a conformarse con una bombilla suspendida del techo de un terrario. Protegidos por un bello manto de púas, pasaron de caminar bajo la luz de la luna en el corazón de los bosques de la India, a despertar cada mañana en el interior de una caseta de madera a la espera de recibir una ración de fruta.
Estas son solo algunas de las historias, que forman parte de la tragedia de muchos animales que han sido víctimas de la caza furtiva, los atropellos o el tráfico ilegal de especies. Seres de una belleza excepcional, perfectamente adaptados al medio salvaje, que arrastran secuelas físicas y psicológicas irreversibles provocadas por las malas acciones de los seres humanos. La especie que se considera superior en inteligencia al resto de los seres vivos de nuestro planeta. Tanto que es capaz de destruir su propio hogar bajo el paraguas de un malentendido progreso, de una visión cortoplacista de la realidad y de una ambición desmedida. Los ingredientes perfectos para arrebatarle a la naturaleza ese brillo inconfundible, que está presente en la pupila de un águila, el pelaje de un lince o las escamas de un cocodrilo.”
Los gesta de héroes anónimos: los conservacionistas
“Aunque también hay que reconocer, que, entre tanto atentado ambiental, por no decir moral, existen humanos que irradian luz a través de su compromiso por proteger a aquellos seres que se encuentran en situación de mayor debilidad. Personas que han decidido dedicar sus vidas a cuidar de rapaces de alas amputadas, de puercoespines que viajaban escondidos en la bodega de un avión rumbo al hogar de algún millonario, de clamidosaurios (lagartos de cuello con volantes) que fueron introducidos en nuestro país camuflados en el interior de una caja de zapatos para satisfacer el capricho de un coleccionista, de macacos cangrejeros de Indonesia descubiertos por los bomberos durante la extinción de un incendio en un piso de Madrid o de un gran oso pardo que durante años participó en un espectáculo circense ruso antes de ser decomisado por las autoridades. Héroes sin capa que luchan cada día para que la lista de víctimas no siga creciendo. Un propósito tan romántico como necesario, que proporciona a esos animales una segunda vida lo más digna posible.
Impregnado de la pasión con la que conservacionistas como Pedro, Garazi, o Paula trabajan a diario en el centro de acogida de fauna silvestre del Karpin, IRRECUPERABLES nace como un proyecto fotográfico destinado a ensalzar su figura. Una apuesta narrativa que a través de las imágenes contará las historias de esa fauna mutilada, secuestrada y traficada, que hoy recibe el cariño y amor de unos seres humanos cuya sensibilidad por la naturaleza supera la perspectiva profesional. Un compromiso destinado a educar en los valores de la conservación a las nuevas generaciones, para que en el futuro no repitan los mismos errores que llevaron a Troela, Porky o Sting a permanecer encerrados el resto de sus días.
Esta es la historia de aquellos animales que nacieron para ser libres y terminaron encerrados para siempre. El silencioso testimonio de esas joyas salvajes que pagaron el precio de nuestra falta de empatía con la naturaleza. Y el relato de unos referentes humanos que, desde la humildad y la discreción, alejados de los focos mediáticos, tratan de compensar la deuda eterna que nuestra sociedad tendrá con el planeta tierra.”